



Algunos aspectos reseñables: más de la mitad de los desplazamientos de la población se realizan en vehículo privado y solo uno de cada veinte en bicicleta; Monzón tiene un elevado potencial ciclable (por su estructura radial y la ausencia de pendientes) y las distancias recorridas son, por lo general, inferiores a un kilómetro (perfectamente asumibles andando o en bicicleta); y la prioridad del coche se verifica al comparar el espacio disponible en la vía para su uso, ya sea para tránsito o estacionamiento, y el espacio reservado para los peatones.
Sobre la predominancia del coche, cabe incidir en que la principal demanda de los escolares fue la mejora de la seguridad vial, de manera que puedan desplazarse a pie, en bici o en patín y compartir el camino con compañeros y amigos. Aproximadamente, un cuarto de los viajes diarios se realiza para llegar a puestos de trabajo localizados en polígonos industriales o a otros municipios, sin que exista, a día de hoy, oferta de transporte público de calidad (una alternativa atractiva).
En esta nueva etapa de planificación, se plantean nuevos retos y se invita a participar en la “batalla” a todos los ciudadanos, con el objeto de que el modelo de movilidad y, por ende, de ciudad, sea consensuado y compartido. Tales retos se concretan así:
- Óptima reestructuración del tráfico viario.
- Dimensionamiento inteligente del parque de estacionamiento público.
- Pacificación de las calles.
- Aprovechamiento del potencial ciclista.
- Uso eficiente de los recursos en transporte público.
- Aceptar el desafío de una alternativa de movilidad intercomarcal que dé cobertura a los polos industriales.
- Seguir haciendo de Monzón una ciudad verde y universalmente accesible, en la que caminar por sus calles sea un motivo para dejar el coche aparcado en casa.
Estas metas son propias del siglo XXI y en absoluto rayan lo utópico. Porque tan cierto es que cambiar de hábitos no suele ser fácil como que en este caso hay un aliciente muy motivador: la configuración entre todos de una ciudad más habitable y atractiva, más de las personas y menos de las máquinas. En suma, el mejor legado urbanístico para las futuras generaciones.
En este marco, el Ayuntamiento de Monzón a través de su Concejalía de Medioambiente y la Dirección General de Participación Ciudadana, Transparencia, Cooperación y Voluntariado (Aragón Participa), impulsa un proceso de participación ciudadana para la elaboración del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de Monzón. Con este proceso se pretende generar un espacio de debate y reflexión donde los usuarios y las entidades implicadas puedan realizar aportaciones y enriquecer con sus propuestas el citado PMUS.